Javier Barrionuevo. Crimen, impunidad y lucha en 15 actos



 por Camilo Moreira Biurra (*)
El 6 de febrero de 2002, en un piquete en El Jagüel, fue asesinado Javier Barrionuevo. Jorge Batata Bogado, puntero del Partido Justicialista, interrumpió en el piquete arriba de su Falcon y disparó a quemarropa contra Javier. La policía le había cedido el paso y lo vio alejarse luego del asesinato. En estas líneas, una crónica del asesinato, la impunidad y la lucha por justicia a doce años de su muerte.


1. 2002. La situación en los barrios
Pasó 2001 y el índice de desocupación sigue en dos cifras. El gobierno de Eduardo Duhalde aplica las recetas del FMI e invade los comedores escolares con soja y polenta. Crecen los comedores comunitarios y los trabajadores desocupados se organizan cada vez más.

2. El hambre y la bronca se organizan
Los vecinos de los barrios más castigados y excluidos se siguen acercando a los Movimiento de Trabajadores Desocupados a buscar paliativos frente al hambre y la desocupación, al tiempo que van adquiriendo mayor conciencia y grado de organización. Estos movimientos articulan y coordinan en planes de lucha en común en diferentes distritos. Esteban Echeverría no es la excepción y con cuatro barrios organizados se integra a la novedosa Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón. En una multitudinaria asamblea en una plaza de El Jagüel los vecinos y vecinas organizados en el MTD discuten y aprueban por unanimidad participar del plan de lucha a nivel nacional del que sería parte dicha Coordinadora los primeros días del mes de febrero.

3. El Corte. “Me dicen Javi”
El  5 de febrero de 2002, se realiza un corte en la ruta 205 a la altura del arroyo Ortega en la localidad de El Jagüel. A pesar de las amenazas de la policía, que a 100 metros desvía el tránsito hacia un camino alternativo, los desocupados continúan con la medida de fuerza por tiempo indeterminado. Anochece y mientras las doñas pican las verduras que terminarán siendo parte del guiso sancochado en la olla popular, los más jóvenes se encargan de mantener vivo el fuego de las cubiertas de autos que delimitan el piquete. Un joven que pasa por el lugar rumbo a su casa luego de una larga jornada de changas se aproxima a los manifestantes. La lluvia comienza a caer. Dialoga con otros sobre los motivos del corte, y luego de sentarse sobre la ruta en la ronda de mate que pretende ignorar la lluvia dice: “Me dicen Javi”.

4. El asesinato y la complicidad policial
Transcurre la noche entre la lluvia intermitente, las amenazas policiales y el calor de las gomas encendidas.
Son casi las cuatro de la mañana cuando los policías que estaban desviando el tránsito se corren, retiran los conos anaranjados y dejan pasar a Jorge Batata Bogado, puntero del Partido Justicialista, a quien se lo ve seguido conversando con ellos en la parrilla tenedor libre que tiene en la localidad de Ezeiza, en su Ford Falcon.
Los gritos de los compañeros del extremo sur sobre el auto que atraviesa el piquete a gran velocidad. Quienes toman mate en ronda sobre la ruta se interponen gritándole al conductor que regrese por donde vino.
Bogado detiene el auto pero no el motor, y acelera de manera amenazante. Las compañeras que estaban en la garita de colectivos con la olla refugiándose de la lluvia giran sus cabezas hacia la ruta cuando se oyen dos estruendos de arma de fuego. A unos seis metros del automóvil, Javier Barrionuevo cae al asfalto con una herida mortal en el cuello. Jorge Batata Bogado aún tiene su brazo extendido por la ventanilla izquierda de su automóvil y una 9 mm humea en la noche lluviosa.
Los policías que custodiaban el piquete dejan ir a Bogado a su casa.
5. La denuncia y la búsqueda de justicia
La justicia bonaerense no acepta al MTD como querellante y rechaza a algunos testigos que se presentan espontáneamente a dar testimonio.
Una gran manifestación llega hasta la comisaría 5ta de El Jagüel y deja algunas huellas con aerosol: las paredes rezan “Justicia para Javier” y “Cárcel a Jorge Bogado”.
6. La respuesta del intendente. Comunicado de prensa
Una comisión de los desocupados es recibida por el intendente Alberto Groppi, funcionario intendente de la dictadura 1979-1983 y electo en democracia en 1995. El mandatario niega que este asesinato sea un crimen político diciendo que “es un caso de sangre para las páginas policiales”. Groppi evade hacerse cargo como máxima autoridad política del distrito. Un compañero le dice que “tiene el triste privilegio de tener el primer piquetero asesinado sobre una ruta en la provincia de Buenos Aires”. La respuesta del intendente es: “Yo no sé si es tan triste”.
Los policías que custodian al intendente desalojan la sala de reuniones a empujones.
Mientras tanto un periódico zonal fanático de la gestión del vecino intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, publica un comunicado de prensa de la municipalidad de Echeverría donde denuncia que la madre de Javier se tuvo que mudar cansada de las amenazas de los piqueteros. Efectivamente, la madre de Javier es trasladada de casa y no se presenta como particular damnificada a denunciar el asesinato. No hay querella.

7. Más lucha
Las movilizaciones masivas y la repercusión mediática generan que Bogado sea detenido y llevado a la comisaría 1ra de Monte Grande. Allí se encuentra con viejos amigos uniformados a los que todos los mediodías les hace traer asado de su negocio. Sin que medie pedido alguno el juez de turno le otorga los beneficios de prisión domiciliaria y permiso para trabajar. Bogado no contrata abogado, no lo necesita.

8. Las amenazas a los testigos

Los testigos del asesinato son intimidados con diversos métodos. José recibe varios llamados telefónicos que le pronostican la muerte a menos que deje de participar con los desocupados. A María la siguen en auto cada vez que sale de su casa; a Fernando, a la salida de una asamblea, un automóvil con vidrios polarizados lo acompaña a paso de hombre desde el galpón comunitario hasta la casa donde vive con sus padres.

9. La cámara oculta
El programa de televisión Punto Doc pone al aire un programa en el que con cámaras ocultas muestran que Bogado no está en la comisaría, ni en su casa ni en la parrilla, sino que se pasea impunemente en libertad. El juez le revoca esos beneficios y Bogado vuelve a la comisaría.

10. El juicio sin querella
Es 14 de mayo de 2003 y en los tribunales de Lomas de Zamora comienza el juicio contra el asesino con la particularidad de que no hay querellantes.
Una importante manifestación de distintas organizaciones sociales y políticas acompaña el juicio desde las puertas de tribunales. Cinco compañeros de Javier prestan declaración y ponen en jaque al asesino. Los policías que esa madrugada del 6 de febrero de 2002 desviaron el tránsito de todos menos del Ford Falcon de Jorge Bogado hicieron declaraciones contradictorias que oscilaban entre la mentira y la desmemoria.

11. El regalo del fiscal
Es el fiscal Pablo Raúl Pando quien en representación del Estado tiene la potestad de acusar. Luego de las declaraciones de los cinco testigos que señalan a Batata Bogado como autor del disparo que dio muerte a Javier está por finalizar la segunda audiencia. También se cuenta con la declaración del propio asesino realizada en la fiscalía donde reconoce haber disparado contra Javier.
El fiscal Pando desiste de realizar acusación contra el asesino aduciendo que no hay pruebas suficientes.
El tribunal dicta sentencia. Los tres jueces –Pianta, Little y Puime– aducen que hay elementos probatorios suficientes para continuar con el juicio, pero como no hay acusación, no hay pena.

12. El asesino en libertad
Jorge Batata Bogado vuelve tranquilo a su casa.

13. El pedido de juicio político al fiscal
El MTD presenta en el Consejo de la Magistratura un pedido de juicio político al fiscal Pablo Pando por incumplimiento de sus funciones. Una copia de este pedido se presenta al secretario de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia Eduardo Luis Duhalde.

14. Los cajones del sistema. Javier presente.
Pasaron los años y el pedido de juicio político no prospera.
Pasaron los años y Javier Barrionuevo sigue presente. El MTD de Esteban Echeverría lleva su nombre. El ejemplo de quien una noche se cruzó con un grupo de vecinos, de jóvenes excluidos y excluidas y se identificó con ellos apenas conociéndolos recorre los barrios populares y se multiplica. El lugar que el Sistema le ofrece a los jóvenes sigue siendo el mismo: exclusión, criminalización y un futuro espeso como la polenta que se hartan de comer. Frente a esto las organizaciones populares siguen siendo espacios de contención donde los jóvenes se organizan y empiezan a proyectar un futuro diferente.

15. Continuará
La lucha por justicia no cesa y la creatividad popular lleva la búsqueda de justicia por diferentes caminos. Año tras año se realizan distintas actividades como murales participativos, festivales artísticos, esculturas populares, etc. que mantienen viva la memoria y la lucha por justicia.
El sábado 8 de febrero, a 12 años de su asesinato, distintas organizaciones populares pintarán un mural en la estación de Monte Grande, que será el primero de una serie que se realizará en distintos barrios del distrito. Y el el 15 de febrero será el turno de una actividad cultural frente a la municipalidad de Esteban Echeverría.
Los motivos por los cuales ese 6 de febrero de 2002 nos encontró con Javier cortando una ruta hoy siguen vigentes, la lucha también.

(*) Militante del MTD Javier Barrionuevo, de Esteban Echeverría, del Frente Popular Darío Santillán.

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