Muestra de la memoria cancelada en San Martín


Después de tres meses de esfuerzo y a punto de inaugurar su muestra “199 108” en el Museo del partido de San Martín, el artista plástico Diego Cirulli, a quien Sudestada entrevistó en octubre pasado, fue víctima de los coletazos de viejos dinosaurios que todavía no se dignan a extinguirse. Tres días antes de inaugurarse, la muestra fue cancelada repentinamente. 


La instalación en cuestión se zambulle en los laberintos oscuros de las mujeres que dieron a luz en cautiverio durante la última Dictadura militar. Un tema que, sorprendentemente, todavía inquieta, sobre todo a las nuevas autoridades del museo. El autor atribuye los motivos de la censura a la reciente condena, en los Tribunales Federales de San Martín, a los represores Bignone y Riveros, entre otros, por los crímenes en Campo de Mayo.
De alguna manera, detrás de las investigaciones y el repudio social, los genocidas siguen sonriendo, como una frase fuera de contexto, como una foto fuera de foco: la imagen de los 44 represores acusados en el campo de concentración de La Perla, festejando la elección del nuevo Papa; las declaraciones de Videla pidiendo un nuevo golpe de Estado... Parecen fotos en sepia sobre una realidad multicolor.

(Este texto corresponde al editorial 2 de la revista Sudestada Nº 117, de abril) 

Comunicado por cancelación:


SAN MARTÍN: CANCELAN MUESTRA DE LA MEMORIA

Ayer
martes 12 de marzo, se canceló la muestra “199 108” de Diego Cirulli debido a la ineptitud por parte de la Subsecretaria de Cultura del Municipio de San Martín, Graciela Elguer y la nueva coo
rdinadora del Museo Casa Carnacini, Lucía Santarone.

Se lamenta el maltrato al artista y la desvalorización del aporte de su obra a la comunidad, cuya temática aborda la situación de las mujeres que dieron a luz en cautiverio y el trabajo para la recuperación de los nietos. La muestra se presentó por primera vez en el C.C. Haroldo Conti bajo el tituló “21 105”, fue declarada de interés nacional por la Secretaría de Cultura de la Nación y cuenta con el aval de Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo. La Revista Sudestada entrevistó al artista en aquella ocasión.

Luego de casi tres meses de trabajo, donde el artista adaptó especialmente la obra al espacio, seis días de montaje y a tres días de su inauguración, la muestra fue abruptamente cancelada al asumir nuevas autoridades del Museo Casa Carnacini. Las causas explicitadas fueron que se debían hacer tareas de mantenimiento.

Resulta paradójico que el mismo día en que San Martín vivía un momento histórico a causa de que el Tribunal Federal 1 condenaba a cadena perpetua a Bignone y Riveros por los crímenes de Campo de Mayo, el mismo municipio decidía acallar una instalación conmovedora especialmente pensada para generar una reflexión sobre la apropiación de bebés.

Mientras el subsecretario de DD.HH de San Martín, Alberto Palacio reflexionaba diciendo que: “la comunidad de San Martín tiene que tomar conciencia de este proceso reparatorio histórico que necesitan los familiares, las Madres y las Abuelas”, la subsecretaria de Cultura de San Martín, Graciela Elguer elegía dejar su museo de arte vacío en lugar de permitir que continuara esta instalación cuya intención es justamente la concientización.

En San Martín, en la Semana de la Memoria, se le niega al artista, y con él, a toda la comunidad, a ejercer la memoria. Esta es la cultura que, desgraciadamente, todavía persiste en varios municipios del país.

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