Entrevista a Roberto Pianelli, delegado del nuevo sindicato de trabajadores del subte


“Llevamos 15 años luchando por esto”
Por Jaime Galeano
Con la excusa del reconocimiento logrado por la Asociación Gremial Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) ante el Ministerio de Trabajo, a partir del acta labrada el 26 de noviembre que les otorgó la tutela sindical a los 82 integrantes del Cuerpo de Delegados, dialogamos con “Beto” Pianelli; también de política sindical nacional, de la larga lucha del subte que desde hace años no para de obtener reivindicaciones vitales para sus trabajadores, que los colocan hoy como un verdadero ejemplo gremial y democrático a seguir. 
En esta extensa charla, hace referencia sobre los momentos más críticos en los cuales la burocracia de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) llevaba la voz de mando, recuerda aquellos primeros inicios del Cuerpo de Delegados y hace un repaso con anécdotas imperdibles como el reconocimiento de la “insalubridad del trabajo subterráneo” y del logro de las famosas “seis horas”, donde revela que esta demanda no la creía posible “nadie”, entre otras. Además, Pianelli se permite analizar la situación actual del sindicalismo argentino, sobre sus orígenes militantes en las filas del Movimiento al Socialismo (MAS) hasta la actualidad. Un mano a mano con uno de los delegados que supo llevar la voz de las bases en los momentos más álgidos con su mirada particular que mezcla ironía, inteligencia, y mucho humor. Algo que no sucede y no se permiten muy a menudo los dirigentes gremiales.
-Después de la resolución favorable al Sindicato del Subte que obtuvieron luego de una dura negociación con el titular del Ministerio de Trabajo, Carlos Tomada, ¿considerás que este triunfo es el más importante en toda la lucha del Subte?
-Yo creo que son diferentes momentos y objetivos. Hay cosas que a uno le resultan más valiosas que otras. Esta acta tiene tres elementos sin precedentes que quiero destacar: Por primera vez, se reconoce a delegados que no tienen sindicato; es decir, el Ministerio de Trabajo, nos prorroga el mandato dos años más cuando ninguno de nosotros estuvo afiliado a la UTA. Sin sindicato tenemos la facultad de ser delegados. El segundo elemento es que había otros delegados que nosotros votamos con el plebiscito formalmente que también son reconocidos por parte de la empresa, en total unos 83, más la comisión directiva del sindicato que les da las mismas facultades. Desde el punto de vista histórico, estamos hablando de 100 delegados sin sindicato porque el nuestro ni siquiera está inscripto. Esto es un hecho nuevo, distinto, que tiene un valor gigantesco. A eso tenés que sumarle que la ley lo que te prevé es que un delegado tiene facultades para discutir ante la empresa los problemas de su sector y los problemas colectivos son llevados al sindicato con representación gremial de la UTA, en este caso, a nosotros se nos faculta para que este cuerpo de delegados pueda plantear cuestiones colectivas por el simple hecho de presentarlas ante el Ministerio de Trabajo. No dependemos de la UTA, ahora es el Ministerio el encargado de llamar a las partes ante los problemas.

-¿La UTA no participará de estas negociaciones?
-No, no va estar. También es un precedente muy importante. El tercer elemento es que por primera vez hay un sindicato que logra quebrar el descuento compulsivo hecho por una conducción sindical. Práctica muy usual en la década del 90, década infame donde lo imponían a todos los trabajadores estén o no afiliados. Esto la UTA lo había querido hacer los últimos dos meses. Lo que se logró es que de ese descuento se haga cargo la empresa e, inclusive, que se nos devuelvan esos meses descontados. También se consiguieron las 6 horas, se habían extendido a 7 horas con la dictadura, después con Menem se había llevado a 8; ahí habíamos conseguido otro elemento nuevo. Si vos me pedís que lo mida en proporción, esto que logramos ahora trasciende las fronteras del subterráneo, pasa a una dimensión nacional.

-¿Qué creés que va pasar de acá a dos años? ¿El Gobierno nacional va tener que ceder con la inscripción gremial de la AGTSyP?
-Sí. Uno de los puntos es que el mismo compromiso que nosotros tenemos y que asumimos en el Ministerio es que no debemos realizar medidas de fuerza por cuestiones intrasindicales; es decir, por esto que venimos haciendo por la inscripción legal de nuestro gremio. La inscripción es un derecho constitucional que tarde o temprano, por la vía de la Justicia, nos lo tienen que dar, yo creo que lo tenemos en mucho menos de dos años. Nosotros nos mantendremos por esa vía, por la cual además están garantizados otros derechos que están por encima de la inscripción. Recordemos que la inscripción lo único que te da es la facultad de que la comisión directiva defienda virtualmente a los afiliados, acá hay un reconocimiento de 100 delegados que tienen facultades para discutir cuestiones colectivas con Metrovías. Es el primer conflicto directo que tuvieron con el Gobierno Nacional… Yo creo que antes teníamos conflictos con la patronal, pero nosotros lo expresábamos como con el gobierno, o le echábamos toda la culpa al gobierno. Con la diferencia de que este último conflicto se dio con respeto, con el respeto de una pelea de box, ¿viste? Ellos se ubicaron desde un lugar y nosotros enfrente, pero con respeto para negociar… Así fue la negociación, con el plus de que ambas partes tienen que cumplir con su palabra. La última vez que nos fuimos del Ministerio, antes del paro, se le aclaró al gobierno que era peor darnos la espalda. “Vamos a ver qué tiene más peso, que la UTA te paralice el país o nuestra huelga, vamos a ver quién te aprieta más. Porque si la UTA te presiona para cercenarnos un derecho nuestro, vamos a ver si pesa más la UTA o nuestro accionar”, así lo planteamos la ultima vez… y salimos de ahí y le sacamos el paro de 12 horas, después el de 24 y así… después cuando nos volvimos a ver todo bien… Creo que hoy tenemos como una relación más adulta… porque todos crecimos…

-Esto abre y crea un precedente para la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y crea mayores expectativas para otros cuerpos de delegados y comisiones internas antiburocráticas, comisiones internas más democráticas, más participativas...
-Sí, creo que la conflictividad de nuestra lucha va llevar inevitablemente a que la CTA logre su reconocimiento como central sindical y a otros sectores. Igualmente yo creo que todo está supeditado a una relación de fuerzas que no se da de un día para el otro, lleva años. Nosotros llevamos 15 años luchando por esto, es el producto de un trabajo de muchos años. Si bien nosotros no hacemos apología de nuestra experiencia, porque todas tienen sus aspectos positivo y negativo para los que la hacen, no son repetibles, sino más bien da pie a que cada uno haga su propia lectura del proceso. Lo que sí te deja es un norte y es que no hay nada que sea invencible. Yo creo que nosotros somos parte del movimiento sindical, de formaciones sindicales complejas. De lo que se trata es de ir avanzando y no ser homónimas de formaciones sindicales que fueron absolutamente cómplices de la entrega de los derechos de los trabajadores.

-¿Se puede decir que como consecuencia de estos resultados que la CGT ya no goza de la legitimidad histórica que tenía antes, aun con el apoyo actual del Gobierno? Conflictos como el de ustedes, el de KRAFT marcan un poco el descrédito y el hartazgo de sectores de los trabajadores que reniegan de los burócratas de siempre. ¿Es así o sólo son conflictos aislados? ¿Hablan de esto en el subte?
-Sí se habla, pero me da la impresión de que es una situación más compleja que no es solamente plantear la cuestión de la CGT. La otra vez discutía con Piumato y D´elía en el programa radial de Aliverti; decía que acá no pasa por la discusión CGT - CTA, y menos CGT y CTA contra otros, como plantean algunos como los de KRAFT. Creo que lo que hay es una discusión en torno a la representatividad de los trabajadores. Acá hubo sindicatos que han dejado de tener políticas para los trabajadores que representan, y creo que la CGT, en su mayor medida, y a algunos de la CTA les ha sucedido, pero también allí hay sindicatos que son reconocidos, que sí mantienen ese contrato que hay entre los trabajadores y las organizaciones sindicales que los representan en sus derechos, sus aspiraciones. Voy a dar un ejemplo que tal vez para algunos sea irritante: yo no conozco ningún camionero que se quiera ir del sindicato, al contrario, más allá de la ideología que uno puede coincidir o no, eso sería parte de la libertad sindical. Pero lo que no es discutible es que ellos mantienen el contrato con los trabajadores: han logrado llevar a sus representados a un nivel salarial alto, digno de sus aspiraciones que están contenidas por el sindicato. La pauta te la dan los basureros, los repartidores de gaseosas, etc. Uno puede discutir la metodología, la forma, el problema es que tenés que estar ahí construyendo dentro de la CGT para discutirla; yo no me animaría, puedo dar opiniones generales, pero no me animaría… Entonces me parece que el debate es mucho mayor y profundo que el de libertad sindical; el debate gira en torno a representatividad sindical o un sindicalismo empresarial. Otro aspecto importante que subyace a esta discusión es que tenemos a millones de trabajadores precarizados, en negro y desocupados, que están a muy atrasados respecto de esta discusión. Claro, que no están organizados. El otro día Piumato decía que la organización sindical en la argentina permitió que se resistiera a la dictadura. Y le decía que sí, pero también permitió perder todas las conquistas en los 90, ese tipo de sindicatos. Entonces, ese es un debate que podemos hacer en el marco político e ideológico en relación a para qué uno hace un sindicato. Yo también prefiero un sindicato a 20, más bien, pero siempre y cuando ese uno represente a todos. Si tengo uno que no representa a nadie, prefiero hacer otro. Por eso creo que no hay que entrar en falsas discusiones sino en la medular, en la discusión de fondo. Para sostener paradigmas no se puede tapar la realidad, los paradigmas son en base a la realidad que uno está viviendo. Nosotros construimos un paradigma en el cual estamos a favor de la democracia sindical, de la libertad sindical, porque creemos que esas son las necesidades de hoy.

-¿Cuales son los objetivos próximos y las metas del sindicato para el 2010?
-Uno de los objetivos que tenemos es seguir avanzando en la construcción del sindicato que ya viene funcionando, pero la meta es consolidarlo. Sumar más comisiones a las que ya existen como prensa, cultura, de finanzas, de género. Deben producir material, conocimiento; es parte de nuestra estrategia porque creemos y estamos convencidos de que el trabajador debe contribuir a cambiar la sociedad. Para eso necesitás ampliar conocimientos, darle herramientas para que pueda actuar dentro de esa realidad, con su mirada y plantear qué tipo de sociedad quiere. Después tenemos reivindicaciones propias desde hace años, como la jubilación especial para nuestros compañeros, debido a que el trabajo en el subte es penoso e insalubre. Por ende, casi no tenemos jubilados, el compañero que se jubila en el subte se muere al poco tiempo, debido a la toxicidad que hay en el ambiente laboral pese a las 6 horas que trabaja. Es más, otra de las cuestiones por lograr son dos francos semanales porque con uno llegan muertos a sus casas y no disfrutan de sus familias ni nada porque se la pasan durmiendo. También está planteada la bolsa de trabajo, de carreras para aquellos que ingresen como trabajadores de limpieza y puedan ascender tanto el compañero como su familia. Estas son algunas de las estrategias que ya estamos discutiendo y elaborando proyectos específicos sobre estos temas.

-¿No creés que pueda generar malestar en algunos sectores más reaccionarios que plantean que ya ganan bien, trabajan 6 horas y ahora quieren 2 francos?
-Sí, me da la impresión de que estamos viviendo una época de polarización que está intentando llevar la derecha, y es que cualquier protesta que hagas te lo plantea como un delincuente, si no mirá C5N. Nosotros mirábamos nuestro conflicto y veíamos que de nuestros planteos y reclamos jamás se hacían eco, lo único que les interesaba era el caos del tránsito o de la inseguridad, que parece que vivimos en la peor ciudad del mundo. Yo viví en Río de Janeiro en los 80 y no podías salir a la calle después de la 6 de la tarde, era un desastre; y esto no es para defender al gobierno ni mucho menos, pero no me parece que sea para tanto. Antes también existían los chorros, y además siempre va haber porque es propio del sistema capitalista. De ahí a cómo lo está planteando la derecha es discutible. O el latiguillo de que el derecho de uno termina donde empieza el derecho del otro; entonces no podés protestar nunca, al final el derecho de uno es a morirse de hambre sin reclamar nada. Nosotros tomamos las palabras del Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, hace unos años, cuando planteó en Página 12 que no les preocupaba el conflicto social, ya que es la puja de sectores para poder distribuir la riqueza. Y nosotros lo tomamos no por una cuestión demagógica, sino porque estamos convencidos de que es así, estamos en un sistema injusto. Hay gente que se muere de hambre y otros que son capaz de gastarse en una botella de vino lo que otros tardan en gastar en un año…esta es una sociedad injusta que va generar conflictos, no hay que asustarse, al contrario. Desde ya que uno no quiere vivir permanentemente en conflicto, pero mientras no se resuelvan van a seguir... es inevitable…

-¿Hoy los trabajadores del Subte ya sienten como propio el Sindicato, ya se olvidaron de la UTA?
-De la UTA no se van a olvidar, porque mientras existan va a quedar esa bronca en el recuerdo de todos; uno se quema con leche y ve la vaca y llora, es normal que les genere, al verlos, indignación, angustia y bronca… hoy la gente ya se siente parte del sindicato, son 100 delegados de 1800 trabajadores, a eso tenés que sumarle 300 trabajadores en las comisiones. Nosotros recaudábamos el aporte sindical en mano, ahora lo vamos a hacer de manera bancarizada; había compañeros que se encargaban de ese trabajo que es muy difícil, eso da la pauta de que hay muchos consustanciados con el Sindicato. Ahora vamos a realizar un festival de rock con diferentes bandas del subte, promocionar los libros, la revista del sindicato, generar un verdadero ámbito cultural y otras cosas. Hay un montón de trabajo invertido de los compañeros para el sindicato… Me acuerdo antes de que Ibarra nos vete la ley por las seis horas, estaba con un compañeros que me decía: “vos sabés que vamos a perder...” y yo le decía: “nos va vetar la ley, vamos a perder, pero las 6 horas ya las ganamos porque uno gana cuando ya está incorporado en la cabeza de todos los trabajadores”. Ganamos la batalla fundamental que estaba en la cabeza, entró la idea y esperar, no desesperarse. Eso a veces le pasa a muchas organizaciones sindicales que se desesperan porque no consiguen las cosas inmediatamente. A veces hay que parar un poco la pelota, dejar pasar y volver de nuevo. Acá es lo mismo. Si nosotros en 9 años no sufrimos derrotas fue porque supimos parar, a veces hasta retroceder un paso para volver a dar dos con más fuerza, y así lo conseguimos. Otros que estaban como nosotros, por no detenerse un poco, se pasaron de largo y volvieron a menos diez; la inexperiencia te lleva a eso. Cuando conseguimos las 6 horas, primero fue para los que estaban bajo tierra y en tráfico, y sin embargo después la conseguimos para todos. La realidad es esa: si vos podés avanzar rápido, lo hacés; sino avanzá más lento, el tema es preservar la organización, preservar los paradigmas, preservar la lógica con la que uno cree que tiene que hacer las cosas, construir. De la derrota nadie aprende, la derrota es decir que la culpa es de éste o de aquél. Hay que aprender de los triunfos, y lo reivindico eso. Porque acá no es como el deporte donde “lo que importa es competir”; acá lo importante es ganar, porque el día que perdiste no jugás más. Es por descalificación para vos, para el otro no.

-¿Tienen algún modelo de organización sindical nacional o internacional del que se hayan nutrido o sienten más afinidad?
-La verdad que no, pero cuando nos preguntan con quiénes nos identificamos respondemos que es con la experiencia sindical de Agustín Tosco, como movimiento sindical o experiencia histórica, con el “Villazo”, en el sentido social, ya que abarcó a todo Villa Constitución y caída la dictadura volvieron los mismos dirigentes, los exiliados, o los que habían estado preso, los que no fueron desaparecidos. Volvieron a ganar el sindicato desde afuera, eso para nosotros es muy fuerte. Pero como modelo de lo que hacemos no, hemos tomado muchos fenómenos distintos, parte de las publicaciones que estamos sacando ahora tienen que ver con esto, tratamos de analizar diferentes tipos de experiencias no para repetirlas, sino para aprender en qué te pueden servir. Cuando yo leí la estrategia del Partido Comunista argentino, cómo hacía para insertarse en la clase trabajadora a mí me sirvió muchísimo, empecé a entender que la pelea era por el tiempo libre, por la cabeza y, a partir de ahí, sobre otros aspectos reivindicativos donde se tiene que intervenir obligatoriamente si se quiere intervenir de manera concreta en la realidad. Lo de Villa en su lucha contra la burocracia, aprender de saber negociar, saber que no siempre se puede ir por todo. La frase de que necesitamos “más triunfos parciales que derrotas heroicas” es parte de nuestras frases de cabecera. El tema de la democracia sindical que muchas veces se hace apología sobre la libertad sindical y las asambleas. Nosotros hacemos muchas asambleas, pero no caemos en el asambleismo. Porque el asambleismo en sí mismo no es nada. El problema es poder generar las condiciones para que la asamblea sea lo más rica y democrática posible para todos. La burocracia también lo hacía. Sindicalistas como José Espejo, el Secretario General de la CGT del primer peronismo, te dejaba hablar en asambleas gigantescas, a todos, para después marcarlos y barrerlos… Y mientras haya burocracia sindical, la asamblea siempre está condicionada por la coerción que genera la patronal y de la burocracia sindical. Nosotros intentamos desde hace años hacer que la gente pueda expresarse, decir lo que opina, de putearnos, de decirnos lo que se nos canta. Yo he ido a conflictos salariales en los cuales estaba en contra y me tocaba ser vocero, la democracia es eso, poder expresar libremente que estaba en contra pero iba y daba la pelea inclusive cuando nos equivocamos. Porque siempre es mejor equivocarnos todos que acertar uno solo, porque de ahí podés partir para recomponerte. Si acertás solo, de todas maneras perdiste…

-¿Hasta qué punto se puede decir que este es un cuerpo de delegados de izquierda? ¿Esta extracción influyó para conformar un cuerpo de delegados de fuerte carga ideológica, combativa, y consciente?
-Sí, había muchos ex MAS, algunos del PO, MST. Pero hubo varios cuerpos de delegados, y tuvieron su influencia en el primer cuerpo los que venían de la izquierda. Igualmente te quiero aclarar algo, hace unos años, cuando gané el cuerpo de delegados, un compañero me dijo: “Mirá que a ustedes los votan no por ser de izquierda, sino que a pesar de ser de izquierda”. “La gente dice, Juancito es honesto, va al frente, es vivo como se mueve, pelea por los compañeros, no hace cagadas, no afana.., es ateo, es zurdo”, esa es la parte del debe, no del haber, es a pesar de ser de izquierda, esto es así. Tristemente. Eso a mí me hizo pensar mucho. Lo que sí es indiscutible es que la confluencia de varios militantes hizo que esto sea más simple, en el sentido de que teníamos una experiencia acumulada. Pero ojo que tampoco teníamos tanta experiencia, excepto Charly… Pensábamos que el poder era una cosa distinta, a lo que realmente es, más abstracta. Hay una frase que decimos: “Siempre hay una primera vez, un primer fracaso” donde uno descubre que el poder era lo que es y no lo que uno creía. Así nos fuimos formando, fuimos creciendo, y salimos ilesos pese a haber intervenido así…

Un cacho de cultura…
-Uno de los aspectos más interesantes que tiene este sindicato que ya venían trabajando de antes es la es la importancia que le asignan a la Cultura. ¿Porque le dan tanta trascendencia?
-Sí, la verdad es que el libro Un Fantasma recorre el subte lo leyeron muchísimos compañeros, fue un acierto. Metimos cosas en momentos determinados que tuvieron impacto como el libro de Virginia que ya va por la tercera edición. Pero tenemos que destacar que nuestro catálogo tiene por un lado el Anteproyecto convenio Subte; Estatuto del Subterráneo; Material de formación: “La salud y seguridad en el Subte. La prevención de los riesgos de trabajo”; “El Perón de la fábrica éramos nosotros”, las luchas metalúrgicas de Villa Constitución 1970-76; “Cuando el terror no paraliza”, 1974-76; “Las trabajadoras del subte protagonistas de cambios”, una aproximación sobre la situación laboral de las mujeres en el subterráneo de Buenos Aires (1981-2004) y la segunda edición de Relatos de luchas. Además tenemos la videoteca donde la Comisión de Cultura edita películas como Los Traidores de Gleyzer, Tocando el Viento, etc. Tenemos nuestra revista Acoplando donde escriben los compañeros. La pag web, son cosas que son muy importantes para nosotros porque ayudan a formar a los compañeros, a que se puedan cultivar en su tiempo libre…

-¿Nos contás alguna anécdota de todo este proceso que recuerdes especialmente?
-En una conferencia de prensa. Era por el pedido de aumento salarial, ese día estaban todos los medios esperando que anuncie si levantábamos o no el paro; y entonces yo me puse a hablar de lo que tenía ganas de hablar, lo mío fue caradurez total, no darle bola a ninguna pregunta que me hicieran y seguir en la mía. Entonces yo estaba en cadena nacional, lo que dije tuvo un impacto muy fuerte porque todos los compañeros estaban mirando. Yo hablé de los valores de la cultura, del tiempo libre, del esparcimiento, de una vida distinta. Yo no me olvido más las palabras de un compañero que respeto mucho, no era activista pero iba al frente, muy honesto, y un día me subo al tren y me dice: “Beto, te quería felicitar porque cuando te vi en la Tele, yo le pude sintetizar todo a mi hija. Antes no me entendía, no comprendía nuestra lucha y siempre me preguntaba por qué hacíamos esto o aquello”. Y después que terminaste de hablar le dije a mi hija “por esto”. Yo creo que sinteticé lo que el quería expresar y no le salía a él y a un montón de compañeros porque sabemos que esta sociedad te tiene enajenado, todo el tiempo trabajando no es fácil. Y de repente sale uno a hablar de estos temas como el tiempo, la cultura y todo lo demás.. fue tremendo, fue un impacto que después de viajar a charlas y debates por el interior, muchos compañeros me decían lo mismo. Creo que hoy, mucho tiempo después de aquello, lo que estamos luchando por la construcción de nuestro sindicato, nuestra lucha puede resultar similar…utópico, pero lo conseguimos..

Balance
-¿Qué cosas valiosas del trabajo del subte que hicieron a lo largo de estos años no se haya reflejado ya sea en los medios o dentro del movimiento obrero? ¿Hay algo que no sea estrictamente ligado a los conflictos y las luchas que quieras contar?
-Yo creo que hemos tenido un acierto que fue contar un poco nuestra historia desdramatizando y tratando de hacerla más terrenal. Nos equivocamos muchísimo, tuvimos aciertos… pero la ventaja es que siempre tuvimos en cuenta tres aspectos. Primero, la ubicación que es muy importante para saber dónde estas parado. Segundo, saber leer las contradicciones que existen entre la patronal, el Estado, el poder, con charlas y lecturas de los diarios, etc., que te ayudan a analizar las contradicciones. Yo no me olvido más cuando estábamos dando la pelea por la estabilidad laboral en el 97, cuando sabíamos que el Subte era de Roggio y de la mano de la Fundación Mediterránea, y en ese momento Cavallo se estaba yendo de la mano de Menem y, sumado a eso, se logró la Autonomía de la Ciudad de Buenos Aires. Entonces De la Rúa se enfrentaba al gobierno nacional por el control del subterráneo. Esas cuestiones nos permitían a nosotros avanzar. Y otra cosa es tener los principios muy en claro. Siempre cuando vas a un conflicto tenés que demostrarle que no te dejan otra opción, es decir, que no vamos contentos. En definitiva, recuperar el sentido común, que uno va al conflicto cuando no le queda otra alternativa, cuando agotó todas las instancias políticas, ahí vas a la guerra porque no te queda otra. A diferencia de los poseedores de la verdad revelada, que nos dicen que nosotros no hacemos fetiche de la asamblea, cosa que es verdad, sino fundamentalmente porque para nosotros la democracia es la acción de brindarle herramientas a los compañeros para que decidan. Esa es para nosotros la verdadera democracia, no donde hay 4 personas que saben y los demás votan a favor o en contra de los que saben. Es cuando todos tienen las herramientas para poder intervenir, discernir, actuar, esa es la mejor. Generar volumen de conciencia, por eso editamos algunos libros, por eso tenemos la videoteca, la revista, etc. Cosa que los poseedores de la verdad revelada no se gastan un segundo para trabajar en esto, para eso la comisión de cultura, de género, y otras. Comisiones donde los militantes de la verdad revelada no están nunca. Por eso discutimos el convenio de higiene y seguridad, por eso armamos el convenio colectivo que tardamos un año en redactarlo cuando los poseedores… lo único que hicieron fue discutirlo cuando quedó echo y encima lo criticaban porque no lo discutieron ellos, como alguno dijo, “es una cortina de humo para no ir a un nuevo conflicto”. Y en realidad esto te va generando volumen, te va generando cuerpo. Uno para ganar una pelea tiene que estar preparado, si vos te vas de joda y tenés que pelear una vez por semana, te van a cagar a palos siempre… A nosotros nos gustan mucho más los boxeadores como Ray “Sugar” Leonard que los Pipino Cuevas. Y eso no quiere decir que Cuevas no es un gran boxeador. Yo veía mucho box, Pepino ganó como 15 peleas en los primeros rounds. Te mataba en los primeros 3, y recuerdo que había uno que decía, “el que lo aguante hasta el 5° después le gana y lo mata”. Fue así, lo aguantaron y lo mataron, nunca más pudo pelear. En cambio Leonard ganaba de otra manera, también perdía, pero te ganaba con cintura, te bailoteaba, te dejaba loco. Con oficio. Es mucho más efectivo, nosotros preferimos ese método.

-¿Cómo contrarrestan desde el cuerpo de delegados a estos sectores?
-Con política, porque son distintos sectores, tanto de izquierda como de otros. Pero en realidad, los que hacen esto son los sectores mas retrógrados, mas atrasados. Este sector es aquel que se desespera en todos los conflictos, quieren salir a matar o morir, quiere terminar el conflicto y se entrega, vive así. La izquierda a veces siento que expresa los sectores más atrasados de la clase. Los impacientes, los que van a para delante ciegos, no les gusta el bailoteo, pegar y salir, hacer cintura, una a los riñones y salir y por ahí, embocás una a la cara… ¿El tipo que no sabe pelear cómo pelea?, se te tira encima, la izquierda es igual, a veces creo que más que expresar a la vanguardia son la retaguardia, expresan a los sectores más atrasados. Esto nos pasa en los conflictos, los tipos que dicen: “Hasta cuándo vamos a soportar esto”; después, en el medio del conflicto, cumplen las seis horas y los ves con el bolsito debajo del brazo que se van. Le preguntás: “¿dónde vas?”. Y te dicen: “No, lo que pasa es que me tengo que ir a buscar a mi hijo, a mi señora, a preparar la comida…”. Claro, el tipo ayer o recién votaba paro por tiempo indeterminado y se va a las seis horas… ¿cómo es? Me está votando a mí por tiempo indeterminado… Entonces la izquierda actúa de manera similar, pero a diferencia de estos se queda, no le escapa al bulto, pero tiene la misma lógica viste… hay un compañero que viene de muchos años de militancia de izquierda que siempre dice eso: “Acá es a matar o morir pero cuando llega el momento, llegan a Rivadavia y se van a la casa”. Si vos votaste a matar o morir quedate y cargá la pistola. Sino no votes nada, ni digas nada.

-¿Cómo ves el futuro, y cómo te ves de acá a unos años? ¿Qué pretensiones tenés como hombre y padre de familia, seguir, largar? ¿Creés que el Cuerpo de delegados que asumió ahora está preparado para manejarse?
-A mí me desgastó mucho esto, y tenía problemas de salud que se agudizaron… hay veces que no doy más, yo no paro viste, arranco a la mañana y llega la noche y el teléfono suena cada dos minutos… y te cansa. El otro día lo hablábamos con Néstor Segovia. Primero se nos enfermó Charly, yo tengo cirrosis producto de una hepatitis crónica. Ya no estoy como antes, si vamos a un conflicto de 48 horas tengo que tener un catre para dormir.. no aguanto. En el paro por las 6 horas, esa foto, fue después de varios días y estaba “Eh, hoy ya no puedo”. Antes mi cerebro manejaba todo, estaba en todos los detalles, me enteraba absolutamente de todo lo que pasaba, hasta el cómo, todo estaba en mi cerebro, ahora cada vez es menos, y a propósito.. no le doy ni cinco de pelotas a las internas, o cosas que se hacen, ya no participo en todo. No tengo la menor idea hasta cuándo voy a estar, pero sí está claro que mi rol no es el mismo de antes ni volverá a serlo, como mi caso está el de Segovia, habrá que ver.

-El trabajo de armar un equipo fuerte está hecho, pero ¿tenés la seguridad plena, dormís tranquilo, confiás en los nuevos cuadros?
-Sí, la diferencia es que antes quería conflictos todos los días, hoy no, todo lo contrario. Me parece que va más por ese lado, ahora ya estoy viejo… hay otras cosas. Hablar en la tele antes era un desafío, practicaba, ahora ni quiero hablar… me hincha las pelotas. A veces se generaban quilombos para ver quién hablaba… y ahí aparecen las mezquindades, siempre las hay… no miro la tele, antes era un obsesivo para saber qué decían… aparte porque sé que hay otros que están haciéndolo y lo hacen bien, están trabajando con eso, y lo hacen bien…. Yo creo que lo del gobierno se va cumplir…y lo bueno es que cuando suceden estas cosas se quiebran un poco todas las teorías conspiradoras de que están en contra tuya. Yo creo que nosotros ya somos parte de la realidad y que si no hacemos estupideces vamos a seguir creciendo como sindicato. Incluso a la patronal le genera más inconveniente dirimir con la UTA que con nuestra existencia... porque suponete que nos derrotan, no tienen que echarnos a nosotros nada más, tienen que echar miles de personas, a todo el plantel, no se resuelve sacándose a 10 ó 12 tipos, y eso no se puede hacer, entonces es un problema que tiene a patronal...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy buena la nota, muy copadala charla con Pianelli, por eso es muy importante que el Beto se recontracuide porque no abundan compañeros sindicales con huevos de yema clara.

ballesta (am 530 La Voz de las Madres)

Publicar un comentario