En Bolivia, los indígenas de más de 36 pueblos marcharon durante más de dos meses para entregar a Evo Morales un pliego con 16 demandas. Consiguieron que su principal reclamo fuera escuchado: el Presidente suspendió en forma definitiva la construcción de una carretera a través del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). La Comisión de Comunicación de la Octava Marcha Indígena nos envió las crónicas y fotos que fueron recogiendo a lo largo del camino recorrido por más de 60 días. Reproducimos las que dan cuenta de la llegada a Caranavi en adelante en los párrafos siguientes.
La octava marcha en construcción de una nueva casa
La marcha en Caranavi: “Mil gracias, hermanos del TIPNIS, por unirnos a los bolivianos”
Carrasco
La marcha indígena dejó la pequeña población de Carrasco a las seis de la mañana, luego de que las y los marchistas fueran despertados por la explosión de dos dinamitas, que activó al amanecer alguna mano anónima. Hasta Caranavi tenían 22 kilómetros , repletos de subidas y bajadas entre cerros verdes. Siguieron por el mismo camino estrecho, con una montaña empinada de un lado y un barranco hondísimo del otro. En este trayecto se mezclaron momentos de barro y de polvo, de lluvia, de sol y de viento, propios del clima yungueño.
Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de comunidades del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), iba contando chistes a dos hermanos al frente de la marcha, junto a la bandera del patujú, que lidera a todas y todos los marchistas. La octava marcha iba fuertemente custodiada por trabajadores de la prensa nacional e internacional, que hacían entrevistas a quienes caminaban o tomaban imágenes de apoyo.
Marcha Indígena: “Nosotros marchamos por la vida”
Las y los marchistas amanecieron humedecidos, luego de la lluvia torrencial que durante la noche inundó la mayoría de las carpas junto al río Caranavi. Luego de poner las pertenencias a secar y tomar el desayuno, los indígenas se reunieron en una cancha de futbol cinco con los senadores Gabriela Montaño y Adolfo Mendoza, del Movimiento Al Socialismo (MAS). Quienes dijeron que este partido político pretende suspender temporalmente las obras de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, mientras no se realice algún tipo de referéndum a una población indeterminada. La charla fue tomada con desengaño por los participantes de la octava marcha, porque el oficialismo ya presentó una propuesta de ley al Parlamento, redactada –como es costumbre en el gobierno de Evo Morales- sin consultar a los pueblos indígenas involucrados en el conflicto. Los caminantes exigieron que esta iniciativa sea retirada de consideración de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), para presentar en su lugar una versión elaborada por el MAS junto con los legisladores indígenas adheridos a la movilización, que está a 160 kilómetros de La Paz. Mañana a las seis, los indígenas tienen programado continuar su ascenso hacia esa ciudad.
Esta mañana llegó al campamento el azote de los marigüices. No perdonaron ningún trozo de piel que quedara al descubierto, aunque era difícil estar tapado en el calor hiperhúmedo del día, cuando reapareció el sol para evaporar fulminantemente a los charcos y remanentes de la tormenta. Estar con mucha ropa tampoco era garantía de protección, porque estos bichos tan perspicaces y diminutos se las arreglan para colarse entre los pliegues de la vestimenta para beber sangre marchista con toda comodidad. Para el mediodía ya se habían agotado en el campamento los repelentes de insectos en crema y aerosol.
Marcha Indígena: “Se siente que este país vive en una dictadura”
A las cinco de la mañana empezaron a sonar los petardos y la música ruidosa para levantar a los 1200 marchistas, con el plan de dejar Caranavi a las seis. Hasta el campamento de los indígenas llegaron decenas de vecinos para despedir y desearles lo mejor en el camino y en la ciudad de La Paz. Cuando se dirigían hacia la avenida Mariscal Santa Cruz para irse, una movilidad con un parlante se puso adelante y convocó a los vecinos a despertarse, así veían alejarse a la marcha.
Un anciano abrazó a un trabajador de la prensa y le dijo “felicitamos a los hermanos del TIPNIS”. Cuando se le explicó que no se trataba de un marchista sino de un periodista, el señor exclamó “nosotros estamos con ellos”, y señalaba a la fila de indígenas que parecía interminable.
“¡Bravo hermanos!”, los aplaudía gente subida a los techos de las casas de Caranavi, muchas todavía en construcción. La octava marcha pasó el puente que lleva a Villa La Paz , último barrio antes ingresar al polvoriento paisaje verde de la carretera. Allí también los despidieron y, como buenos huéspedes, pidieron a los marchistas regresar cuando lo desearan.
Marcha Indígena: “O no la carretera o no Evo”
Este miércoles,
En la madrugada de ayer, el Movimiento Al Socialismo (MAS) cometió otro error al aprobar en la Cámara de Diputados una ley corta para realizar a los indígenas del TIPNIS una consulta “previa” -que en honor a la verdad sería posterior- y así saber si se quiere o no la carretera de los sueños del Presidente. Ahora este proyecto de normativa se encuentra en la Cámara de Senadores, a la espera de su tratamiento.
Marcha Indígena: “Nuestro país está ahorita consciente”
“Buenos días a la población boliviana, a la población paceña, agradecerles por este gran apoyo, esta gran solidaridad. Decirles que la marcha salió a las ocho de la mañana desde Chuspipata, con destino a la localidad de Pongo, donde vamos a armar nuestro campamento. Estamos caminando a pesar de las inclemencias del tiempo, eso no nos ha parado. Ayer nos ha parado el auto de buen gobierno y hoy hemos empezado a caminar. Queremos decirle al pueblo paceño que nos acercamos a la sede de Gobierno, donde creemos que el Gobierno nos está esperando”, dijo Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de comunidades del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
La marcha indígena entra hoy a la ciudad de La Paz
“Tiene que ser coherente el Evo Morales, porque él dijo ‘yo voy a esperar aquí en La Paz , en la sede de Gobierno’, que está en la plaza Murillo. Si él no nos dejara entrar a la plaza Murillo nos estaría discriminando. Si hemos venido hasta aquí luego de caminar más de 60 días, ha sido porque el Gobierno nacional no ha dado solución a nuestras demandas”, dijo Baraona.
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